lunes, 1 de octubre de 2012

Estado de crisis…




No estamos un poco hartos de esta palabra infernal??? Crisis, vivimos en un estado de crisis continua, en la vida cotidiana, en el hogar, en la situación del país a nivel mundial, parece que siempre tenemos un “carguero arguiliano, encima de nuestras cabezas” pero nos hemos parado a pensar, por que estamos como estamos o quizás porqué nos afecta tanto???
Estamos seguros de ser los españoles que nos afecta sobre manera esta situación???? O nos da miedo mirar en retrospectiva y comprobar que aunque ahora estemos mal nuestros padres y abuelos lo pasaron peor que nosotros, esos padres y abuelos que fueron la generación que construyó España de nuevo???
Parece la salita del "cuentamé" pero cuantas casas tenían esta pulcra salita de estar???
Hay un aforismo castellano que dice “ quienes son los pobres???_ Los nietos de los ricos”. Y tiene razón, pero no solo se refiere a la pobreza de tipo material.

Cuando analizamos lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, debemos de buscar las causas que han provocado esta situación, porque analizando las causas podemos cambiar los efectos. Aunque aquellos que provocaran las causas, ahora no quieren admitirlo  y no les gusta los efectos que provocaron con ellas, por el contrario, tratan de provocar nuevas causas, pero con el efecto contrario, o sea, en vez de apoyar y ayudar, tratan de “sacudirse el polvo” y seguir con sus vidas, y sus tejemanejes.

Este teléfono tienen "Guasa" que no "Whassa"
Pero no quiero hablar de indeseables, de los que el único refrán, del que hacen caso es “a río revuelto, ganancia de pescadores”,
 Yo no tengo duda alguna de que uno de los  orígenes de la supuesta “prosperidad” que vivió nuestro país hace algunos años fue gracias a la actitud de nuestros padres y abuelos, nada que ver con los gobiernos por otra parte, todos iguales, y todos “a lo suyo”, y quizás deberíamos pensar si esta “crisis”, es debido a que hemos perdido esa actitud.

Cocina de Gas " de toda la vida".
Hace algunos años, los empresarios españoles que viajaron a China, para hacer negocios, se encontraron con que los Chinos, eran imparables, el ambiente les recordaba a la España de los años 70. Todo el mundo quería trabajar mucho, ahorrar, comprarse una casa, un coche, llevar a sus hijos a la universidad etc… Quizás es duro, decir estas palabras pero cuando las personas están centradas en eso, es más, cuando una generación piensa así, no hay quién la pare.
Ahora, podemos mirar a nuestro alrededor, y ver cuatro generaciones conviviendo, los bisabuelos, los abuelos, los padres y los hijos…
Yo me encuentro entre que tengo padres e hijos, nuestros padres. (65-75) años, han sido como muchos españoles, un ejemplo para nosotros, trabajadores, honrados, austeros, previsores y generosos. Pertenecen a una generación, donde les tocó vivir lo peor, de jóvenes (yo diría de niños) trabajaron para sus padres, y luego de adultos lo hicieron para sus hijos y si me apuras, muchos cobran la pensión para mantener a sus nietos.
Ahora los niños no juegan al Burro, lo hacen los mayores.
Son personas que vieron en el trabajo su oportunidad para progresar, aprovecharon los cambios políticos para abrirse paso a un futuro mejor y se entregaron en cuerpo y alma en condiciones muy difíciles, con precarios sueldos.
Ellos compraban las cosas cuando se podía, y el nivel que se podía, no trataban de ser como “todos los demás”.
Tengo recuerdos de pedir a mis padres tal o cual cosa, y decirme “este mes no se puede”. Todos los niños teníamos nuestra “hucha” y no despilfarraban en nada.
Nunca pedían prestado, si no era por extrema necesidad, pagaban sus facturas con diligencia y prontitud, y “ahorraban” por si “pasaba algo” (tengo memoria de mi madre acopiando la despensa, azúcar, arroz, pasta, garbanzos, leche condensada etc.) Siempre con ese temor de que todo se fuese al traste. Gastaban en ropa, lo estrictamente necesario, además de que nos arreglaban la ropa del hermano mayor, del primo o del conocido que tenía más posibles, y dejaba todo “nuevecito”.
Las Series con las que miles de niños crecimos.
Las vacaciones, eran para realizar tareas en casa, si íbamos a alguna parte, al pantano o al río, a disfrutar de la naturaleza, con la tortilla de patatas y el filete empanado, embutidos y dulces caseros. O en el patio de las casas, disfrutando en la compañía de familiares y amigos, de los suculentos platos que mi madre o mi madrina cocinaban (pajaritos fritos, caracoles, cangrejos de río etc…).
Y en la época de matanza, una gran fiesta el día que se le daba “mejor vida” al cerdo en cuestión.
Fueron personas, sensatas, prudentes, trabajadoras, tanto es así, que poco a poco fueron constituyendo casi todas las empresas que hoy conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles. Muchas de ellas pertenecieron al “INI” algunas se privatizaron años después y otras desaparecieron o fueron “engullidas” por otras más grandes y con mayor capital.

Leche , Cacao , Avellanas y Azucar...  cuantas meriendas!!!!
Nuestros padres crecieron con la premisa de saber, que el esfuerzo tenía recompensa, y la honradez, formaba parte del patrimonio de cada familia. “Seremos pobres, pero honrados”
La nueva y reciente “Democracia” significaba libertad de posibilidades, de pensamiento, significada poder vivir en armonía y respeto. Pero cometieron dos errores, que tal vez, nos han llevado donde estamos.
_ “No quiero que mis hijos trabajen tanto como trabajé yo”
De esa manera nos cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un plumazo, convirtiendo el trabajo en algo a evitar a poder ser.
La "chispa" de nuestra vida.
_ “Como tenemos unos ahorrillos, hijo, tu gasta, que para eso tus padres han trabajado toda su vida”.
Con lo que las generaciones siguientes, comenzaron a pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus propios padres, que daban la impresión de ser inagotables ante los ahorros acumulados por años, que los bancos nos firmarían por siempre jamás una hipoteca de la vivienda habitual, otra de la segunda vivienda y una tercera de la casita del perro.
Antes las muñecas tenía oficios ahora salen en Gran Hermano.
Y entonces ante esa patata caliente, eclosionó una generación de “nuevos ricos, de “pelotazos” y del gasto continuo y sin control.
Especuladores, ingenieros financieros, exhibiciones de “lo quiero todo y lo quiero ya” del “papá dame” etc…
Y todos nos volvimos ricos (en apariencia), todos nos convertimos en “gasto-horteras”.
Y entonces dejamos de comer bocatas de chorizo y de panceta por que eso era cosa de “paletos” y nuestros hijos se engancharon a comer hamburguesas deconstruidas al aroma de aire del Cantábrico.
Ahora no hay que "fiarse " ni del caserio...
Y si a alguien se le ocurre echarle casera al vino, le queman en la hoguera por que pasamos del vino de mesa (tipo D. Simón) al Marqués de Cáceres, aunque no tengamos pajolera idea de vinos, y para ser más modernos ahora no lo bebemos, lo “degustamos” y no podemos decir que está bueno o picado, es mas “in” decir que tiene “matices a troncos del bosque, con un retrogusto a peras en almíbar que tolera un cierto punto astringente , con demasiada presencia de roble”.
Es que los anuncios Emulaban al mismísimo Becquer, donde va a parar.
Esto por supuesto a golpe de tarjeta Visa, oro, platino y diamantes, por que para hacerse el “enterao” antes hay que pasar por taquilla, Y es que dice el dicho” pocas cosas cuestan tanto como ocultar la ignorancia”.
Y pasamos a ser la generación de endeudarse para demostrar “tu estatus”, parece increíble pero lamentablemente es cierto.
En Alemania, se frotaban las manos, (Händedesinfektion), por que no paraban de llegar pedidos de Mercedes, Audis, BMW, para los españolitos.
Con uno como este se iba a todas partes!!!!
De repente irrumpió Europa en nuestras vidas, y en nuestros pueblos y llegó en forma de “mega-infraestructuras” que producían, millones en comisiones, para todos los “implicados” Y a poner todo el mundo el “cazo”, alcaldes, presidentes de comunidad ( pero no como el Señor Cuesta, presidente de esta nuestra comunidad), Secretarios, Delegados, ( El yerno del Rey) etc…
Llovían las subvenciones, Europa daba una fortuna por plantar viñas en una laguna, y a los dos años, te daba otra fortuna por quitarlas de allí (por aquello del eco-sistema y eso). Llegó un momento en que el hortelano no sabía si tenía que planta o arrancar.
La "tele" .
Si algún “iluminado” se le ocurría decir, que había que parar aquello, se le lapidaba con burla y escarnio y con ayuda de los medios de comunicación, metidos en el ajo desde el principio y “que no pare la fiesta”.
Si, todos decían que esta situación no se podía sostener, pero, para que parar y recapacitar, que empiecen los recortes con el vecino, que lo nuestro, son todo derechos
(Obligaciones ni una) amparados y esculpidos bajo la sacrosanta constitución.

Os acordáis de los cromos de Danone????
Y aquí estamos , somos incapaces de volver a los valores, con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundimos, eso sí, cargados de reivindicaciones.
En mi familia siempre he tenido un ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo , y he tratado de inculcárselo a mis hijas, Y no hemos sido menos felices por este echo, al revés, creo que hemos sido bastante más, por que la sencilla ensaladilla , la deliciosas croquetas de mi madre ( echas con las sobras del nutritivo cocido) la sandía fresquita, el bocata de chorizo, comprar un mueble cuando verdaderamente hacía falta, llevar ropa tejida y cosida con las manos de mi madre, trabajar, echarle ( ovarios) y aprender toda clase de cosas, que nos pudiesen servir, para mejorar, leer mucho para poder discernir, lo que nos está ocurriendo no debió ser mala receta.
Siempre me gustó y a mis hijas también, no falta en nuestra despensa.
Quiero dar las gracias a mis padres y a mis suegros y a toda esa generación que nos regaló un país maravilloso, que nos hemos encargado de arruinar entre todos, por que todos hemos aplaudido la locura y llevamos nuestra parte de culpa, y que con solo nos descuidemos un poquito, pero muy poquito más, a nuestros hijos le vamos a dejar un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas historia legendarias que contar a sus propios hijos ( si pueden permitirse el lujo de tenerlos) sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron sus padres y son incapaces de imaginar sus nietos.
Pondría que aún estamos a tiempo de cambiarlo, pero me temo que ya no tenemos ese tiempo.
Pudimos aprender de los maestros que teníamos en casa.

La de tardes de invierno que me he pasado jugando con este juego, con mis amigos y mi hermana pequeña.