lunes, 16 de julio de 2012

Involución




Dicen los expertos, que la raza humana está “involucionando” es decir está retrocediendo a sus orígenes, a los antiguos usos y costumbres, a los pasados estados del alma, las creencias, y viejas pasiones, en definitiva, estamos caminando a un estado salvaje, del cual siglos de evolución, tendrían que haber erradicado.

Al contrario en vez de desaparecer con el progreso de los tiempos y de la civilización, como se podría admitir, se hallan intactos en nuestros días.

Estos usos, estas creencias, estas pasiones, se concentran en una clase de individuos-as, los cuales, habiendo nacido en un estado social de educación y comportamiento supuestamente adecuados,  presentan no obstante, por un fenómeno de instinto básico, los caracteres antropológicos y psíquicos de los primeros habitantes de la tierra, vuelven hoy á pesar y á agitarse como aquellos prehistóricos antepasados.
Son delincuentes natos, los cuales, no están todos en las prisiones. Por el contrario, alineados á izquierda y derecha en el torbellino de nuestros gobiernos, a pesar de su carácter pueden adquirir, puestos de relevancia y honrosos…directores de banco, millonarios, deportistas, artistas, hombres de iglesia, soberanos, generales, héroes, curritos, estudiantes, criminales, ladrones, periodistas, etc.…


No debemos por tanto afirmar, que los usos y costumbres, de los hombres primitivos, difieren un tanto de los nuestros, solo tenemos que concentrarnos en cualquier evento, donde “el público” criado supuestamente, en una sociedad justa, tolerante y equitativa, pierde “los papeles” y se convierte en una masa inconsciente, amorfa, y gritona, donde las buenas maneras, se pierden ante una multitud que les envalentona, o ante alguien, que da la pauta para esa denigrante actuación.
Consciente de sus derechos, pero ignorante, de los derechos del prójimo, grita, asalta, ataca, y se defiende, en las mismas condiciones, que los guerreros de antaño. Envalentonados por la aglomeración, en vez de alistarse en filas conscientes, educadas, instruidas, y admirables, se prestan gustosos a los deseos de esos “personajes” que lo único que defienden es su acomodado puesto.

La “élite” del pueblo trabajador, se tiene que desembarazar de estos comediantes, que por un lado, se “parapetan” detrás de unos trabajadores ejerciendo un derecho constitucional  y por otro alisan sus trajes, se doblegan y hacen reverencias ante lo que “el negrero” les ordena.


No pensemos que en la “altísima” sociedad, abarrotada hasta la garganta del dinero acumulado por los negocios, las artimañas y trapicheos, cambiará de opinión ante estos espectáculos bochornosos, por el contrario animados como están, por seguidores de TV, donde se premia antes a un individuo analfabeto, sin trabajo ni estudios, pero que nos cuenta el “chiste” de turno, nos pega una “yoya”, o suelta una taleguilla, “ Andreita comete el pollo…”.
Esa sociedad, que impunemente admiramos y damos de comer, solo está llena de “burros de oro”, nada más. Un poder que ha sido adquirido con artimañas y transmitido a través de redes sociales, televisiones, radio y prensa, todos están involucrados.


Vende más una huelga, en la que alguien sale herido, en la que una chica impunemente llama “hijo de puta” a un miembro de la policía, que si es una actuación pacifica, pidiendo unos derechos, y ejerciendo unos deberes.

Esta comprobación, explica muchos actos, que ha primera vista parecen absurdos, pero que son el día a día de nuestra sociedad.

En un articulo de 1906, Gorki, escribía estas palabras.

“Hasta aquí os ha soportado sobre sus espaldas el esclavo, y ahora se niega á continuar en estas condiciones, le acusáis de brutalidad ¿Habéis acaso alguna vez enseñado al pueblo nada razonable? ¿Habéis alguna vez estimado en algo lo que su alma tiene de hermoso? No; Solamente le habéis fustigado, haciendo que viviese sin que os preguntase por qué vivíais vosotros mismos. Pero un hombre á quien se le castiga, tarde o temprano golpeará a su vez, y aquel a quien no se le hace sentir jamás la piedad no sabrá dar testimonio de ella cuando llegue el momento preciso.”

Así se nos ve, se nos oye igualmente pero sin violencia.
Mas de cien años después  no podemos decir, que no tenemos educación, que no sabemos la diferencia entre una manifestación pacifica a una con enfrentamientos policiales, podemos sentarnos todos en el suelo, podemos salir a la calle con las manos blancas, podemos cantar, podemos hacer muchas cosas pero lo que no tiene en estos tiempos lógica, ni razón, es la brutalidad, la verborrea y el vandalismo, por que al fin y al cabo todos dependemos de todos en algún momento de nuestras vidas.

Personas ejemplares, que ejercen sus derechos.

Y parafraseando otra vez a Gorki, con una frase que encabeza mi blog, podemos decir bien alto para que nos oigan…

“Ya han llegado los días de venganza, habéis humillado al pueblo, soportad las consecuencias. Preguntáis al pueblo qué quiere; es bien sencillo; que ha llegado al límite de su paciencia, que ha permanecido demasiado tiempo sometido á vuestra autoridad tiránica”…


El pueblo tiene que saberse valer por medios pacíficos,  “La violencia no está justificada en ningún caso”.