jueves, 30 de diciembre de 2010

A quien habla de la pera, le cae encima.

Un domingo, predicando
en cierto lugar un cura,
y cuando iba terminando
de destripar la Escritura.
dijo:_Sé con gran dolor
que existe en este lugar
un mísero pecador
imposible de salvar.
Desprecia los sacramentos,
es soberbio, es envidioso,
sacrílego, Injurioso,
rebelde á los mandamientos.
El se olvidó de la fe
que sus padres le enseñaron
y es más fiero que los que
á Cristo crucificaron.
Hasta de Dios tiene dudas;
es impostor cual Lutero,
como Mahoma embustero
y falsario como Judas.
Pensad todos con espanto
en su triste perdición:
para él no habrá redención
como no inteceda un santo.
A él le dirá el padre eterno:
_! Vete del cielo , maldito!
Yo desde él te precipito
con Lucifer al infierno._
Y en calderas de alquitrán,
mezclado de pez hirviente,
arderá el impenitente,
en compañía de Satán...
!Hermanos! Ese malvado,
de la impiedad triste ejemplo,
aquí se encuentra, en el templo;
lo tenéis á vuestro lado.
¿Queréis conocerlo? Pues
sabed que Satán espera
al que le caiga esta pera
tocada por Santa Inés..._

Dijo, y la pera tiró
al aire, arrogante y fuerte;
pero con tan mala suerte,
que es su cabeza cayó.
Al verse puesto en berlina,
gritó, más vivo que un rayo,
con voz turbia y faz mohina:
_! Esto no sirve! Es ensayo.

                                      B. Luna

Vida Socialista  16 de enero de 1910.

sábado, 18 de diciembre de 2010

La Crisis

 Verdaderamente no es mi especialidad, si es que tengo alguna, el estudiar esta clase de materias; sin duda tampoco soy de las personas que se plantean la cuestión; pero el hecho es que la cuestión existe y que antes ó después hay que tratarla. Alguien ha de empezar, y ya que se está tardando en ello, cuando consideramos que el problema puede empeorar, no sirve cerrar los ojos al ver que el mal se acerca.

Con la proximidad de las fechas navideñas, se ha incrementado considerablemente el número de personas que salen a la calle a mendigar. Ya no es el típico ciudadano rumano de etnia gitana, que se acomodaba estos años atrás a las puertas de los supermercados. Ni es el chico moreno, que amablemente nos brinda “La Farola” en los centros comerciales. Ni los que te venden pañuelos o se ofrecen a limpiarte el parabrisas en los semáforos.

Cada día que pasa, viene alguien a pedir a tu puerta. Personas españolas, vecinos sin subsidio por desempleo que no tienen trabajo y tienen una familia que mantener.

Prejubilados que no les llega el sueldo a fin de mes.

Separados que no pueden pasar la pensión a sus excompañeras y a sus hijos, por que se les va el sueldo en arrendamiento y comida.

Siempre decimos aquello de “no doy, por que se lo gastan en droga o en alcohol”.

De verdad pensamos, que cuando un ser humano, un trabajador, se rebaja a pedir de puerta en puerta, sabiendo de antemano que en muchas de ellas ni siquiera le van a abrir. De verdad pensamos repito, que es por puro egoísmo de no querer trabajar o de que se lo pasan mejor pidiendo que trabajando, o de un montón de excusas que nos ponemos nosotros mismos para acallar nuestras conciencias???

Tan ciegos estamos que no vemos que la realidad social de nuestro país es la misma de hace cien años???
Manifestación 1929

Manifestación Francia 2010



El trabajador, callado por si le despide, los sindicatos chupando del frasco del gobierno que para más burla, es socialista, los medios de comunicación viviendo del cuento ajeno, y aún dicen que lo peor no ha llegado.

Mientras los gobernantes de todas partes, se congelan el sueldo. (Faltaba más). Si tu sueldo supera los 3000 euros al mes, a cuantos de nosotros nos importaría que estuviese congelado??? Como si nos lo traen directamente del Polo Norte en el trineo de Papa Noel.

Cuantos desocupados cantamañanas están cobrando un sueldo en este país, que sale de nuestros impuestos???. Cuantos están preparados para gobernar ni siquiera un pequeño pueblo de las Alpujarras???

Esa es nuestra realidad, todo este desbarajuste político hace de España un país de mendigos, por algo una de nuestras inmortales obras es “El lazarillo de Tormes”. No me extraña que sea anónimo e inmortal, cualquiera pudo escribirlo en cualquier época.

Esta paralización del trabajo, esta “huelga” forzosa que tenemos casi cinco millones de españoles, nos trae como resultado la pérdida de muchos hábitos que como todas las cosas tienen que estimularse con el ejercicio diario. Es más, la mezquindad de los salarios y las jornadas excesivas producen en los que aún conservan sus empleos un cierto horror al trabajo, que se acrecienta á medida que contemplan los pocos beneficios que les reporta. Precisamente esta meditación es mayor en épocas de crisis como la que estamos padeciendo, los paros forzosos que amenazan constantemente en sectores de transporte, educación, sanidad etc. Esos trabajadores no sienten estímulos de laboriosidad, por que están sujetos a fatales consecuencias, saben que cuanto mayor es la cantidad de sus esfuerzos menos es la retribución que les ofrecen.

Valencia 1936
Y nuestros hijos, sin empleo y sin educación??? Si su inteligencia es grande y su voluntad rebelde, comenzarán a germinar en su pecho el instinto de la libertad, huirán de los cánones establecidos que para ellos solo los aniquilan como individuos; si no son rebeldes, si se someten a un trabajo precario, llegarán un día en que se harten, por que el trabajo a que se dedican es pesado y repetitivo.

Estas personas llegadas a la edad adulta, careciendo de las lícitas distracciones que presta el desarrollo intelectual y moral, buscarán en los juegos, en el alcohol y en otras sustancias, descanso y distracción y como consecuencia de ello, traerán al mundo hijos no deseados , a veces con graves enfermedades, aumentará la violencia de género, los robos, la mendicidad etc.
Euskadi época actual

Por todo ello, el cuento de las reformas sociales, no es más que un compás de espera, una estación en la que se toma un refrigerio que acallará las conciencias de los políticos, y que no aporta soluciones de ningún tipo.

Será otra vuelta de tuerca a la sociedad española del siglo XXI.





Razón de la Protesta.

Para el que vive de labor honrada

Y en la iniquidad de lo existente,

Es vivir en el régimen presente

Odiar una existencia tan menguada.

Al ver en la miseria sepultada

Parte de humanidad constantemente.

Y mirar su dolor diferente

La clase rica en vicio encenegada,

¡ah!, no es extraño, no, que la protesta

Contra una sociedad tan corrompida

Germine con furor en los de abajo,

Y que sueñen en otra mejor que ésta

Do sea la injusticia suprimida

Y comunes el goce y el trabajo.


A. Martín Caliebre.

Publicado en La Revista Socialista el 16 de agosto de 1906

martes, 30 de noviembre de 2010

En la Escuela.


Se habla mucho, de la enseñanza en los colegios, los niños no aprenden, o no quieren aprender, los maestros hastiados en muchos casos “pasan” simplemente las horas de clase estipuladas, hacen su trabajo cual robots, y a “otra cosa mariposa”.
Se teoriza a menudo acerca de métodos y sistemas más eficaces de enseñanza, mientras nuestros hijos cada vez dejan sus estudios a medias y cada día es mayor el número de jóvenes sin graduado, engrosando las listas del paro, ya de por si demasiado gruesas. Sin preparación ninguna, ni académicamente, ni laboralmente. Hijos e hijas, que se pasan la vida, en las redes sociales, quejándose de todo, y no faltándoles de nada. Aunque ahora con la crisis que estamos atravesando, la verdad es que se empieza a carecer de muchas cosas.



Fenómenos sociales como el “botellón” inundan nuestras calles, plazas y parques. La inmundicia, y los problemas que acarrean estos fenómenos, es una patata caliente que se pasan entre políticos, educadores y padres. Pero que ninguno se quiere hacer responsable de ciertas actuaciones, que cada día van mermando la integridad de nuestros adolescentes, llegando a tener muchos de ellos problemas con el alcohol y las drogas a muy temprana edad.

Una legión brillantísima de eminentes pedagogos, nos dan multitud de normas por las cuales conducirnos y conducir a nuestros jóvenes. Enseñanza solidaria, continua, intuitiva, consecuente, acromática, simultanea, socrática… Seria cosa de no acabar nunca de enumerar, para al final, venir a concluir en que, del mismo modo que en lo concerniente al material, cada maestro se las ha de arreglar como buenamente pueda. Según las circunstancias, el número de alumnos, condiciones locales etc.

En cambio no nos damos cuenta de que cada caso particular, muchas veces exige procedimientos distintos. Aglomerar en un aula a todo aquél que no estudia religión católica por ejemplo, con la llamada clase de ética, que en la mayoría de los casos no se imparte o se imparte mal. No es la solución.

Obligar a los alumnos á leer soporíferos libros, en que algún pedante profesor, sacó una brillante idea en su pasada juventud tampoco conduce a grandes logros.

Ver películas, sin ton ni son, elegidas al azar en cualquier decadente videoteca, sin más preparación que la de saber dar al botón de “Play” del aparato. Aunque parece la más aceptada (que no acertada) .Lo cierto es que no conduce a ninguna parte.

El primer paso a dar, sería el trabajo continuo, despertar una conciencia, habituar a los niños á distinguir los derechos y los deberes. A todas horas y en todas las ocasiones, con todos los pretextos. Si no partimos de esa base, todo lo demás será inútil.

Enseñarles a respetar y a respetarse a si mismos, marcarles unas metas de futuro que serán distintas en cada uno de los casos. Incentivar las escuelas profesionales, pero no esperar a que el alumno arrastre tres o cuatro cursos detrás de si y como último recurso. Si no desde la base, desde que el estudiante tenga claro lo que quiere hacer en la vida.

La educación de nuestros hijos se nos ha ido de las manos, creemos que por muy temprano que aprendan en guarderías y ludotecas (que no son más que sitios para quitarnos a nuestros hijos de encima y no educarlos nosotros mismos). Por cómprales las últimos videoconsolas, el último teléfono móvil (bajo pretexto de tenerlos controlados) y en definitiva, todo lo que nuestra conciencia nos dicta, en regalos pero no en amor filial. Si continuamos por ese camino, nos seguiremos dando contra un gran muro, (lleno de pintadas por cierto).

En la razón de cada uno, está la educación de sus hijos. No hay que dejar que otros hagan los que por derecho y obligación, nos pertenece a nosotros mismos.



viernes, 19 de noviembre de 2010

Sin Título

Mientras haya en la cúspide un tirano,
mientras haya en, el antro un prisionero,
mientras en la ciudad quiera el guerrero
hacer lo que en la breña y en el llano,
mientras no se alce el pueblo soberano,
yo, hecho Job de este inmundo estercolero,
he de cantar las rabias que el acero
sienta al hallarse entre la puerca mano...
    Y cual mano que rueda cercenada
prendida siempre al puño de la espada,
bregando seguiré siempre con ira...
!Y logrando aplastar á los perversos
los hundiré en la cárcel de mis versos,
y como reja les pondré mi lira!

                                                 José Santos Chocano.

La revista Socialista  Madrid 16 de mayo de 1906.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Evidencias Actuales.

Es evidente que una sociedad donde los elementos productores, los que crean cuanto es necesario para la vida y el desarrollo del ser humano, pero a la contra carecen de todo, sufren mil humillaciones y están completamente subordinados, mientras los holgazanes, los parásitos, los que no aportan al conjunto de la sociedad casi ningún esfuerzo útil, nadan en la abundancia, gozan de todo y tienen reducidos a escasos sueldos, a los que todo lo producen. Es evidente, que una sociedad donde ocurren estas circunstancias, está condenada por la justicia.




Y si hablamos en que esto pasa en una sociedad repito, gobernada por el socialismo, ¿que podemos esperar los trabajadores?



Los mismos verdugos ó lo es igual, los jefes, convienen en este punto con las victimas.

A su vez, la razón condena también y rechaza un sistema social como el presente, en que á mayor abundancia de productos, á una considerable riqueza corresponden mayor suma de privaciones y un grado extraordinario de consternación y de desventura.

Raya en lo absurdo ver á una porción de habitantes hacer largas colas en las oficinas del paro, no poder pagar sus hipotecas, y no llegar a fin de mes con el escaso subsidio que le es entregado (en algunos casos ni eso).

Cuando hay miles de casas inhabitadas, ropas y calzado en destockaje por falta de venta, géneros alimenticios de todas clases que diariamente van a parar a la basura, por no haberse entregado al consumo en el momento necesario, y por no bajar los precios inflados a los que nos están acostumbrando.

Protesta además la razón contra un medio social que, según se desarrolla y llega á sus últimos límites, hace del ser inteligente, útil y moral un esclavo, y convierte en señor, casi en dios, al que está desprovisto de aquellas cualidades y se halla dominado solamente por el afán de enriquecerse, no mediante su capacidad y esfuerzo, sino á costa de la actividad y el conocimiento ajenos. Y si no, echen un vistazo a sus ayuntamientos, a sus delegaciones, a sus liberados sindicales, a sus encargados etc.

La justicia, así como la razón, exigen, pues, que un estado tal de cosas desaparezca, para poder salir del bache en el que nos vemos metidos. Pero hay demasiadas fortunas en juego, demasiados puestos de trabajo con sueldos desorbitados, que se niegan a una reforma en este estado de cosas.

Con el cuento de que los estados anteriores eran injustos también, y vivieron durante mucho tiempo, nos hacen creer que las sociedades pasadas luchaban igualmente con la razón y sin embargo, así les fue a muchos de ellos. Aunque cada uno ve la historia según las gafas que lleva puestas en ese momento.

Lo que ha empobrecido, lo que siempre ha deshecho y sepultado a los organismos sociales caducos, facilitando la aparición y el desarrollo de otros organismos, ha sido la necesidad, esa poderosa fuerza que no conoce dique alguno capaz de contenerla.

Ella fue la que redujo á la nada la esclavitud; ella la que puso término á la servidumbre (aunque en ocasiones no lo parezca, como en la reciente visita papal). Ella es la que hoy ordena, la que exige imperiosamente que el trabajador por cuenta ajena, última forma de la sumisión de unos seres á otros, se revele de la situación en que nuestro estado la somete.

Sucédanse los periodos de trabajo y de crisis respectivamente, ya lo dice la Biblia, siete años de vacas gordas originan siete de vacas flacas. Y desde le entrada de este gobierno, al final no habrá ni vacas, por el coste del ganadero y el poco beneficio que obtiene. EL capitalismo en estos periodos, se sienta a disfrutar de sus beneficios anteriores, y aprovecha para sus fines la parada de miles de obreros, haciéndoles trabajar más horas por menos sueldo, haciendo contratos de los llamados “basura” siempre con el beneplácito de los gobernantes de turno.

La crisis actual, cuyo término no se vislumbra, parece indicar que la paralización del trabajo, mejor dicho, la falta de ocupación de millones de obreros (casi cinco), va a dejar de ser un fenómeno transitorio, aunque duradero, para convertirse en un hecho constante, en un mal perpetuo.

Los sucesos en Francia, por la reforma de pensiones, la caída generalizada de las bolsas europeas ante la crisis de Irlanda. Los terribles acontecimientos del Sahara, ¿qué son, mas que signos precursores de la necesidad que existe de concluir con este gobierno y la sociedad que lo mantiene? ¿¿No tenemos bastantes evidencias de que estamos ante un gobierno que deja pasar los días , para ver si ocurre un milagro o una catástrofe que le deje respirar por un tiempo y la opinión pública mire para otro lado??.

Y como decía Pío Baroja “Aunque tengamos la evidencia de que hemos de vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener esperanza.” Pero la esperanza no viene de la nada, ni de mirar al cielo ni a las nubes. Evidentemente.



lunes, 15 de noviembre de 2010

Epistolas á un obrero republicano

Segunda
    Principio doy á esta misiva mía,
de lógica trivial y pobre estilo,
procurando anudar el roto hilo
de la que te escribí en cercano día.
Del ideal político que ostentas
prentendí en mi anterior, no disuadirte
por prevención hacia él, si persuadirte
de que esperanzas vanas alimentas.
si crees que puede hallar el desgraciado
pueblo trabajador, que hoy encadena
el régimen burgués, para su pena
alivio, ó redención para su estado,
en forma de gobierno que en pie deja,
y su injusto derecho reconoce,
la apropiación individual que el goce
de la sufriente humanidad aleja.
Del obrero avisado el propio puesto
no son las filas de burgués partido;
! son las del que por verle redimido
á la lucha sin tregua está dispuesto!
Son las del que organiza las legiones
que con la vista fija en el mañana
limando van de la cadena humana
los seculares mohosos eslabones.
en ése me hallo yo, como tu sabes,
y en él está tu puesto !oh compañero!
Ven al ... [............................]
que de un hermoso porvenir las llaves
sus lemas son, y las doradas puertas
que el ideal columbra en lontananza,
á medida que aumenta su pujanza
se acerca el día ya de ser abiertas.
En él espero yo que comprendiendo 
 los intereses de tu clase, ingreses,
y sin ser ya comparsa de burgueses
estés á nuestro lado combatiendo.
                                                       
                                        A Martín Callobre
Salamanca, 17 de abril de 1906.

Publicada en la Revista Socialista el 1 de mayo de 1906.

Epistolas á un obrero republicano

Primera
    Tu entusiasmo conozco: sé que pones
tu fe en el ideal republicano,
guiado de inocentes inducciones.
Anhelas ver que todo ciudadano
libre sea de un polo al otro polo
é igual ante la ley el ser humano.
!Noble empeño en verdad! Pero el más bolo
advierte que no es fácil realizarlo
verlo en nuestra república, pues sólo
cuando la explotación haya cesado
del hombre por su igual, podrá "!Victoria!"
gritar el pueblo entonces libertado.
Y fin poniendo á la infamante historia
del régimen burgués, la nueva era
registrará para eterna memoria.
Mientras subsista el régimen que impera
de inicua explotación, con Monarquía
ó República, el pueblo dondequiera
no logrará la redención que ansía.
Y si quisieres de esto convencerte,
mira donde hay Repúblicas hoy día
del pueblo productor la fausta suerte.
Verás que es la igualdad tan decantada
un mito, y la ley rige del más fuerte.
¿tiene para vivir asegurada
la pitanza la clase desvalida
donde está la República instaurada?
¿No? Pues entonces di á qué reducida
tan gran libertad queda, y los derechos
del hombre pregonados sin medida.
En el cambio de régimen, provechos
encontrará, sin duda, el poderoso;
mas no debe el obrero tan á pecho
tomar un ideal que tan hermoso
parece á quien no estudia los problemas
del estado presente tan odioso.
Desdeñando políticas pamemas
de señores que el propio encubrimiento
buscan en neopolíticos sistemas,
obrero, tu concurso y ardimiento
debes sólo prestar á tus hermanos
cooperando el común mejoramiento.
Y en otros ideales más humanos
puedes desenvolver tus energías,
sin que resulten tus esfuerzos vanos,
luchando contra odiosas tiranías
propias de tiempos que el ideal velaban
de ignorancia las nubes más sombrías.
Con República á secas no se acaban
miserias, privilegios, injusticias
que de dolor profundas huellas graban
en el alma del pueblo, á quien servicias
de los soberbios que el poder ostentan
le hacen pensar en trágicas justicias.
No los desposeidos se sustentan
sólo con unas cuantas libertades
que en su vivir bien poco representan.
Y si alguno quizás por necedades
toma mis argumentos, yo le digo
que es más necio quien no ve las verdades
que apuntan mis palabras, y es testigo
ciego é insconsciente de cuanto hoy sucede
en el estado actual, que yo maldigo.
____________

    Hoy no te digo más. Otra vez puede
que á insistir vuelva sobre el mismo asunto.
Hablarte así á mi convicción procede.
Salud, y la social, Y aquí hago punto.

                                          A. Martín Callobre.
Salamanca,17 de Abril de 1906.

Publicada en La Revista Socialista el 1 de mayo de 1906.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Vocaciones

    El profesor del colegio
se dirigió á los discípulos
que estaban bajo su férula,
y con dulzura les dijo:
_ Tened á bien indicarme
vuestra vocación, hijitos
¿Qué queréis ser cuando el tiempo
madure ya vuestro juicio?
_Yo papa._Yo rey._Yo príncipe.
_Yo general._Yo arzobispo.
_Yo un Creso._Yo presidente
del Consejo de Ministros..._
De sus miradas ambiciosas
dando relevantes signos,
así fueron, uno á uno,
contestando los chiquillos.
Todos no, pues uno había
taciturno y pensativo
que no despegó los labios
ni se dió por entendido,
El profesor, observándole,
le preguntó con cariño:
_Y Tú, ¿no ambicionas nada?
_Mucho_replicóle el chico_.
Ambiciono más que todos
esos compañeros míos
que han demostrado codicia
de grandeza y de títulos.
Quiro ser, como mi padre,
defensor firme y activo
de una sociedad más justa
que la injusta en que vivimos;
de una sociedad libérrima
que se base en el principio
de que económicamente
todos seamos lo mismo;
de una sociedad ligada
por los lazos del cariño,
y en la que no quepan nunca
ni opresores ni oprimidos.

                                                Álvaro Ortíz.

La Revista Socialista .Madrid 1 de mayo de 1906.

Á Gorki

    Es de noche..., la luz blanca
de la luna malicienta
se refleja en los cristales
de la nieve, que recubre las estepas
como sábana de armiño,
como alfombra de jazmines y azucenas.
................................................................................

     Es de noche..., en la llanura
pasan las negras siluetas
de los tristes vagabundos,
de los hijos del silencio, de los hijos de las penas;
las fámelicas legiones
derrotadas de la vida en la pelea...
Los sin patria, los que lloran,
los mendigos y los parias, los ilotas y rameras...
Tus amigos...los que huyen
alunbrados por la luna que rïela,
sus polícronmos reflejos
en el hielo que se estiende por la estepa...
.................................................................................
    Ellos son los que en las grutas

La Revista Socialista
 ó en el campo recostados en la yerba;
en las playas y en tugurios
se retuercen como perros y hacen vida como bestias,
Ellos son los que reciben en la pálidad mejillas
el soplido de los vientos que flagelan...
el rigor de las escarchas
y la nieve que se esparce como lluvia de azucenas.
Ellos quienes las mazmorras
con sus cuerpos demacrados en las cárceles repueblan.
Los que tienen en sus hombros
las señales de los látigos, sangrientas,
como estigma del esclavo,
como cruz amoratada con que adornan la miseria...
......................................................................................
    El mendigo, el vagabundo...,
los ex hombres de la tierra,
las piltrafas de la Rusia,
sus malditas excrecencias,
las eternas vagas sombras
de la lucha y la protesta.
..........................................................................................
    Muchos ríen, y en sus rostros
la ironía se revela,
el sarcasamo del que sufre...
Las sublimes maldiciones del que sufre y nada espera...,
contracción, más que sonrisa,
que se finge en el semblante, con temblores de una mueca...
..............................................................................................
    Ellos son las vagas sombras
de mendigos y de parias que se esfumana por la estepa,
alumbrados por los rayos
de la luna macilenta...
.............................................................................................
Campillos.                                     B.Luna

La Revista Socialista. Madrid 1 de mayo de 1906.

!Adelante!

No nos llama á la pelea la trompeta del guerrero
ni es la patria que ambiciosa nos ordena pelear;
es la guerra que promueve contra el rico el pordiosero
para el hombre aprisionado las cadenas quebrantar...
Ya no hay reyes, ni tiranos, ni alatayas, ni castillos;
ya no hay jefes que nos manden con las armas combatir.
Somos todos los soldados, somos todos los caudillos
que luchamos en el campo y en la calle hasta morir.
Derrumbar el privilegio insultante que degrada
y erigir un áureo trono donde reine la igualdad,
es la enseña de los pueblos, porque en ella va grabada
de los siervos, de los parias la sagrada libertad.
Esa lucha que se acerca no es la guerra maldecida
que forjara esclavizando de los reyes la ambición;
es la guerra de las clases por el genio predecida
y que os lleva !proletarios! la anhelada redención...
Y por eso se levantan sobre el mundo las legiones...
los ejércitos del hambre con mortífero rugir,
que al sonar los fusiles, que al sonar los cañones
caen al suelo proclamando su derecho de vivir.
Las tienieblas se disipan, las cadenas se quebrantan
al caer entre rutinas el postrer usurpador,
y al nacer la nueva era nuevos pueblos se levantan
al reflejo sonrosado de la aurora del amor.
Y al caerse derrumbada la pared del edificio
que cobija en sus dinteles al absurdo capital
surgirá de los escombros del antiguo precipicio
á la luz de las antorchas la canción de Germinal.

Campillos                                           B.Luna

La Revista Socialista Madrid, 1 de abril de 1906.

El Mérito y la Fortuna

Caminando á solo y á luna
con extraña intrepidez
se encontraron una vez
el Mérito y la Fortuna.
Ambos entonces á una
dijeron:_¿ Quién esto vió?
¿Quién así nos reunió
en dulce fraternidad?
Lo oyó la Casualidad
y exclamó siendo:_!Yo!
                                       M.A.Principe.

La revista Socialista_ Madrid, 16 de marzo de 1906.

El Pilluelo

!Nació pobre! Que comer no tenía el pobre niño;
falto de pan y cariño, empezó el mundo á correr.
Creció; la necesidad le hizo buscar el sustento;
pidió, y vió con sentimiento que no hallaba caridad.
Juntóse con granujillas,cual él sucios andrajosos,
que vendían, afanosos, periódicos y colillas.
Su lecho era el duro quicio de un portal; y si llovía,
con el cielo se cubría (!Cobertor no muy propio!).
No pocas veces tenía el hambre por alimento;
otrasmahíto y contento, sobras del cuartel comía.
Llegó un día en que le dió verguenza hacer todo esto,
y con esperanza presto buscó trabajo...!y no halló!
Hambreiento y desesperado volvió los ojos al vicio
y cayó en el precipicio á que estaba destinado.
La sociedad, ofendida, al pilluelo castigó
porque el sustento robó para conservar la vida.

                                                                             Eugenio M.Arias.

La Revista Socialista _ Madrid, 1 de marzo de 1906.

Nuestra Fé

Creada en el encanto del ensueño
contemplo tu visión, ciudad futura,
como mansión de paz y de ventura
do el humano vivir será risueño.
Libre ya el hombre y del mañana dueño,
antes causa perenne de amargura,
en ambiente ideal su alma satura
y es Amor y Equidad su sólo empeño.
!Oh ideal sociedad en que pensamos
cuantos en este régimen sufrimos
de la desigualdad rudos efectos!
Nuestra fe en tu recuerdo renovamos,
y, odiando los actuales, perseguímos
horizontes sociales más perfectos.

                                                     A.M. Callobre.

La revista Socialista_ madrid,16 de febrero e 1906.

El Niño Descalzo

Con profusión incesante
caían copos menudos
de nieve; y el tierno infante
iba com los pies desnudos.
Aunque astroso y pobretón,
era una preciosidad,
con mucha penetración
y con diez años de edad.
A la escuela dirigía
su marcha con paso breve,
y sus plantas imprimía
sobre la cuajada nieve.
Un mercader de calzado
le vió pasar por su vera
y le dijo:_!Desdichado!
¿Cómo vas de esa manera?
Existe en mis almacenes
una abundante partida
de calzado, y allí tienes
zapatos á tu medida.
Hay allí calzado recio
tan bueno como el que más,
y por un exiguo precio
fuertes zapatos tendrás.
Así en tus pies no hará daño el frío con su rigor._
Y entre apacible y huraño
repuso el niño:_!Ay, señor!
De mi suerte lastimera
son mis pies testigos mudos.
¿Yo, pobre, qué más quisiera
que no llevarlos desnudos?
Pero está mi padre amado
sin labor y sin dinero
y para mí no hay calzado...
_¿Qué es tu padre?      
                                  _!Zapatero!

Alvaro Ortiz

                           _ La revista Socialista _ Madrid 1 de enero de 1906.

domingo, 7 de noviembre de 2010

A Propósito del PAPA de Roma.

Dícese a menudo que a nuestros padres y abuelos les ha costado mucho trabajo, grandes luchas y no poca sangre conquistar las libertades que a nosotros nos han legado. Gracias a ellos somos libres al presente, según por ahí se pregona con demasiada frecuencia; mientras ellos no lo eran.
Pero esto no es exacto más que en parte.
A mediados del siglo pasado, se hallaban las gentes mucho más oprimidas, sin duda, que hoy lo estamos nosotros, bajo multitud de razones. Hemos comprobado todo lo que se ha dicho y escrito, sobre aquellos españoles que antes se habían visto obligados a ocultar y callar lo que pensaban, por miedo a las persecuciones, y mi impresión por el estado del alma en el que lo hacían, revelaba un confortable sentimiento de complacencia. Aunque los tuviera angustiados y llenos de encogimiento y miedo.


Pero eso de que ahora ya seamos libres, hay que dejarlo aun lado, al contrario, estamos lejos de ello. No tenemos libertad sino en los programas del corazón á lo sumo. En lo hondo de nuestras entrañas se halla fuertemente arraigada la servidumbre. Quien se resista a reconocerlo no tiene más que fijarse en lo que está pasando con ocasión de la visita del Papa, a las ciudades de Santiago y Barcelona.


Si, este fuese un hombre como otro cualquiera, considerado tal por todos nosotros, no se harían estos descalabros y despropósitos por su visita, que no se pudiesen hacer por cualquier turista que se asoma a nuestro hermoso país. Si fuese un ciudadano como otro cualquiera, no un ser extraño que no pertenece a la ciudadanía (por eso ni es responsable ante las leyes, ni éstas le obligan para nada). Si fuese un ciudadano repito, se le trataría como a otro vecino cualquiera. Pero como no lo es; como no le consideramos igual á nosotros, sino muy superior, una persona que pertenece a una estirpe especial, divina o semidivina (todas las civilizaciones han pretendido encontrar siempre, héroes, dioses, o salvadores a los simples mortales). Por eso no le miramos, ni le tratamos como a otro cualquiera.


Tenemos tan metida en la sangre y tan incorporada a todo nuestro ser la servidumbre ovejuna, que en nuestros actos va siempre sobrentendida la idea, y mejor diría aún el sentimiento de que nuestras vidas no tienen finalidad en si mismas, sino que tan solo vivimos , como la oveja, para comodidad del pastor y mientras al pastor le plazca.


¿ Qué hay de extraño, por consiguiente, en que saltemos de gozo, casi hasta el embeleso, cuando el pastor ( en este caso del rebaño de la iglesia) se “digna” a visitar nuestras ciudades, mirarnos de soslayo en su “vehiculo especial” y hasta ofrecernos una misa a nosotros, viles gusanillos de la miserable tierra???.


Hay que ver como echan las campanas al vuelo, los medios de comunicación, los mismos que se dicen demócratas y hasta republicanos. Y nos explican hasta la saciedad, lo que la “augusta” o “divina” persona, hace a todas horas, como el común de los individuos, (comer, dormir, hablar,…). Solo la convicción, automática y en nosotros a fuerza de ser tradicional, de que su naturaleza no es propiamente humana, sino sobrehumana, puede explicar este galimatías nacional.


Me parece que no exagero, y nadie negará que todo esto suceda, y que al igual de éstas ocurran otras mil y una cosas. (La pasión por algún cantante de moda, la visita de los príncipes, lo que hace Belén Esteban). ¿No se juzga estrafalario a la persona que reflexiona sobre su significado y lanza sobre las mismas un grito de protesta, honda y verdaderamente humana? Por eso representan para mí, conforme he dicho, señales claras de nuestro espíritu de esclavitud. Nos creemos y nos decimos personas libres; pero ¿De verdad lo somos?

domingo, 31 de octubre de 2010

Especulación


La especulación aunque legitimada como tal, es uno de los fenómenos más mórbidos de nuestra sociedad y más tolerados por nuestros gobernantes, aunque sea una lacra para la organización económica mundial. Los profundos espíritus, sean gobiernos, sean entidades financieras, han procurado defenderla, la han juzgado necesaria y hasta se han entusiasmado por ella al punto de conceder subvenciones y créditos a gente de tal calaña.


El especulador juega en la vida económica, el papel de parásito, no produce nada, no da tampoco nada, se limita a llevarse con verdadera astucia el beneficio de los auténticos trabajadores.
El especulador, es un pájaro de alto vuelo que, por una miserable indemnización, despoja literalmente á los productores de sus productos y obliga á los consumidores á comprar mucho más caro. El arma con que acomete es un arma de doble filo y se llama “alta y baja”.


Si tiene como fin despojar a un productor, o pagarle una miseria por sus productos, vende un día las mercancías que no posee a un precio inferior al que tienen en el mercado; promete enviarlas al comprador dentro de quince días, de un mes, de tres meses etc. El comprador naturalmente se dirige siempre al especulador y no al productor, porque el primero vende más barato.
El productor se queda con su mercancía y no tiene más que dos caminos: si tiene el dinero suficiente para poder atender sin perjuicios la imposición de sus productos, el especulador no podrá el día fijado obtenerlos tan baratos como creía, se verá obligado á pagar los precios establecidos por el productor. Pero por el contrario, el productor tiene que vender inmediatamente sus mercancías, (que es el caso más frecuente), hace que rebaje sus precios hasta que encuentra compradores, debe en todo caso, pedir menos que el especulador, y ese será necesariamente el comprador, pues el consumidor ha dejado hacer su compra al especulador, de esta forma obtendrá las mercancías á un precio, inferior al que él las vende. El productor se quedará arruinado, pero el especulador habrá cortado con su arma, como el Judío de Shakespeare, la libra de carne.

Contrariamente el golpe va dirigido contra el consumidor, que compra todas las mercancías que puede, procurando siempre comprar las más baratas, reclamo que casi siempre solo beneficia al especulador.
Así el negocio le sale redondo, no le cuesta un céntimo, el no paga al contado y no debe satisfacer la deuda sino después de semanas o de meses.


Sin poseer nada propio, sin haber adelantado ningún capital, se ha convertido de la noche a la mañana en propietario de mercancías y cuando el consumidor las necesita, las compra al precio demandado.


El especulador coge de la mano el dinero que le ofrece el consumidor, mete en su bolsillo la mayor parte posible y da lo restante al productor. De esta manera se vuelve rico y fuerte sin trabajar y sin provecho para la sociedad. Gana un crédito ilimitado que pone los capitales á su disposición.

Si un infortunado obrero quiere hacerse independiente, pasa todas las penas del mundo hasta reunir la suma que necesita para adquirir su negocio, materiales, maquinaria etc.


Por el contrario al especulador se le abren todas las puertas de los créditos, así de la nada en unos meses puede llegar a la más escandalosa de las riquezas.

Cada trabajador, sin excepción, es tributario del especulador. Todas nuestras necesidades son previstas, todos los artículos de consumo son comprados antes á crédito por la especulación y nos son revendidos al contado lo más caro posible. Nosotros no podemos comer un pedazo de pan, repostar nuestros vehículos, o hacer cualquier cosa, sin pagar contribución al estado ( IVA) y al especulador. El precio final del producto lo designan ellos en la Bolsa.

Podemos comparar la Bolsa, con un árbol venenoso, ella es la que ejerce presión sobre las ideas morales del pueblo. La Bolsa ,es una cueva de bandidos de la Edad Media, se establecen y cortan el cuello á los transeúntes. Como los caballeros-bandidos, los especuladores de la Bolsa forman una especie aristocrática que se nutre opíparamente de la masa del pueblo, ellos se atribuyen el derecho de desollar al comerciante y al artesano, al agricultor y al minero, al obrero y consumidor en general.

Nos podemos consolar á veces con la idea de que la especulación en los momentos de Crisis como el que estamos atravesando, pierde en un solo momento todo lo que ha logrado en varios años de pillaje.
Pero ésta es una ilusión cuyo señuelo es la moral de los propagandistas (medios de comunicación en general). Queriendo al fin del crimen ver el castigo como conclusión. Hasta cuando una crisis obliga al especulador á soltar su presa, ella no puede impedir que él, se quede con algo, pues durante muchos años ha llevado una vida escandalosamente magnífica, a costa de los trabajadores de toda la comunidad obrera. El especulador, tal vez, termine por perder su fortuna, pero los cavas y manjares trufados que ha ingerido, los montones de euros perdidos sobre el tapete verde, las horas que ha pasado en casas de dudosa reputación y en compañía de señoritas de, aún mas dudosa ocupación, ninguna fuerza de este mundo las recuperará.
Por otra parte una crisis no es fatal más que á un especulador en particular, y no a la especulación en general. Al contrario, las crisis son las grandes fiestas de la especulación, las ocasiones de abatir en masa toda la gente industrial de un pueblo ó de una parte del mundo. Entonces el gran capital abre su boca y devora, no solamente el bienestar de las personas que buscan una colocación, sino también la industria inmoral del pequeño carnicero de la Bolsa, que de ordinario deja complacido jugar a su alrededor, como el león al ratón. Las grandes bajas son requeridas y explotadas por el gran capital. Esta compra todo lo que hay de valor para el porvenir, lo revende con un provecho enorme cuando la tormenta ha pasado, y lo revende á los mismos que anteriormente han cedido el papel a precios irrisorios; después lo compra de nuevo á bajo precio en otra crisis; renueva este juego cruel cada vez que algunos años de trabajo pacifico han llenado las cajas periódicamente vacías en que los productores guardan sus ahorros.

Las crisis financieras son simplemente los golpes reguladores, por los cuales el gran capital acumula el excedente de trabajo de todo un pueblo.



viernes, 22 de octubre de 2010

En Hipótesis

Si estudiamos las bases de la ley del desarrollo social y hacemos la historia de todo el progreso económico, sacaremos en consecuencia que la organización capitalista no se halla precisamente condenada a una disolución.
Por el contrario, siendo esa indefinidamente, la última fase á que nos conduce la evolución, (los ricos cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres).
Pero si nosotros hemos llegado a vislumbrar, mejor dicho, á comenzar los términos del problema, exponiendo su fatal resolución, abreviemos en lo posible esta etapa histórica y encaminémonos a la finalidad entrevista. (Los ricos un poco más pobres, los pobres un poco más ricos).

Con el concepto de “Crisis Mundial”, nos hacen saber, que esta y no otra es nuestra realidad social. Pero como el ave Fénix, algún día resurgirá de sus cenizas un nuevo orden de cosas, “una organización más equitativa y más social de los medios de producción y de las fuerzas de trabajo”. Un nuevo orden en el los pueblos más atrasados recabarán autonomía y progreso, útiles predisposiciones para la alianza futura; y, en cambio, los mejores dotados, imperarán y prepararán a los menos aptos, y el desarrollo de la riqueza y de la cultura inclinará la balanza sin lugar a dudas.


¿Asusta a alguien esta deducción? Pues peor que peor, por que a lo mejor, lo estamos viendo ya, en nuestros ayuntamientos, en nuestras administraciones, etc.
No olvidemos que hubo pueblos en la historia en los que progreso se impuso por la fuerza de las invasiones, bien fenicias o romanas.
Los pueblos que mantienen en el gobierno, a inútiles estorbos para el progreso, se merecen un puntapié en salva sea la parte, por mucho cambio de cartera, de gabinete y de confusiones que hagan, dicho sea sin hipótesis.


“creada en el encanto del ensueño, contemplo mi visión de la sociedad futura, donde el ser humano, vivirá libre y de su mañana dueño, a lo largo de la historia, esa fue su causa eterna de amargura. Oh!! Utópica sociedad en la que pensamos, cuantos en esta humanidad sufrimos, de la desigualdad vemos a diario los rudos efectos, gente odiada, perseguida, empobrecida…para cuando veremos horizontes sociales más perfectos???”

martes, 19 de octubre de 2010

Las Victimas del Trabajo.

A estas alturas, el mundo entero conoce lo que aconteció en la Mina de San José, en Chile, pero verdaderamente se conocen las causas que motivaron la catástrofe??. De seguro como ocurre siempre, no se encontrarán responsabilidades para nadie. La Casualidad, El sino o la Parca fiera serán los catalizadores, no la avaricia de los contratistas, ni la desidia de los gobiernos, ni la pasividad de los medios de comunicación, a los que solo les interesa la “carnaza” de la historia.
Lamentablemente la vida de los trabajadores vale muy poco para tomar medidas que les sirva de garantía durante el trabajo. Y no se diga que este siniestro ha venido a sorprendernos.
Diariamente y en cualquier parte del mundo, los trabajadores son victimas de la codicia de los que manejan el capital, cuyo egoísmo, queda implícito junto a la imprevisión de las autoridades, estos son y no otros los causantes de estas catástrofes, en las que los trabajadores son siempre los que más pierden.

Lamentablemente en España, estamos elaborando demasiado en el terreno de la teoría, y por exceso de ideologías padece el trabajador el empacho de doctrina.
Estamos desprovistos de iniciativa, faltos de medios en numerosas ocasiones, somos en resumen huérfanos de espíritu práctico.
Si alguien a padecido en nuestro país la enfermedad del idealismo, esos hemos sido nosotros, nos hemos pasado años soñando, sin pensar en más organizaciones gremiales que las previamente establecidas y conocidas por todos. Pensamos que la huelga, el mitin, la manifestación y los medios de comunicación, son los únicos procedimientos de lucha empleados por los trabajadores, que una vez cada cuatro años, haciendo una huelga general, serán la panacea que acabará con todos nuestros problemas.
Diariamente se escribe sobre ideas, pero poco de mejoras inmediatas. Los grandes núcleos se organizan fácil y rápidamente para pedir la no congelación o bajada de sus sueldos, pero para conquistar un derecho político o reparar una ofensa a la dignidad de los demás trabajadores se necesita la ayuda de todos.
A nuestra fortaleza, no se la mina con el procedimiento seguido hasta hoy por los dirigentes de gobierno, consistente en dividir las fuerzas, y ofrecernos víctimas propiciatorias con huelgas “al humo” y algaradas contra unos y otros en fiestas de guardar.
Para destruir el predominio de los advenedizos necesitamos persistir en que el trabajador es al fin y al cabo, el instrumento que mueve la máquina de la sociedad, necesitamos desarrollar la cooperación, cercenando el poder económico de la clase social innecesaria tal como los implicados del caso Malaya y tantos otros. Tenemos que llenar nuestro cerebro de ideales, de destellos de luz, que hagan sucumbir a nuestra actual indiferencia, causa principal de nuestra presente esclavitud.

_No la caridad, sino la justicia, ha de resolver el problema social. ¿Qué razón hay para que mendigue ni reciba de limosna el trabajo lo que de derecho le corresponde?_

domingo, 10 de octubre de 2010

El Color del Mar

Algunos investigadores han demostrado, que los usos y costumbres, los antiguos estados del alma, las creencias y las viejas pasiones de los hombres primitivos, en vez de desaparecer con el progreso de los tiempos y de la civilización _ como generalmente se podría admitir_ han llegado intactos hasta nuestros días.

Estos usos, estas creencias, estas pasiones se concentraron en una clase de individuos. Son delincuentes natos, los cuales no están todos en las prisiones lamentablemente. Al contrario, alienados a izquierda y derecha en el torbellino de la vida social, pueden adquirir altas posiciones, como hombres y mujeres de gobierno, directores-as de banco, millonarios-as, deportistas, papas, héroes, explotadores, criminales etc.
Y abro un paréntesis para tomar aliento.
A si que no se debe pues, afirmar que estos usos y costumbres se concentraron solamente en la clase de los degenerados natos.
Hay también otras clases sociales, el pueblo actual, criado en el cieno de la ignorancia y de la doctrina televisiva, embrutecido por la vida, cautivo de un trabajo mal pagado y peor agradecido, inconsciente de sus derechos y deberes, organizado en ocasiones por sindicatos que solamente sirven para mirarse sus propios ombligos. El pueblo, al que en muchísimas ocasiones y gracias a los medios de comunicación se le trata de ignorante y analfabeto, llevado de cadenas por los modernos negreros, que son sus patronos o las marcas que se llevan de moda este año. El Pueblo, repito, tiene muy frecuentemente, usos, costumbres y creencias de hombre primitivo. Los políticos, y las cadenas de televisión son sus hechiceros, creen en la magia, en los sueños, en los espectros y milagros. Cuando se cruzan con alguien famoso se repeinan y estiran su ropa, aunque el susodicho sea un microcéfalo, un tirano, o una ignorante como pueda ser la popular Belén Esteban. Así hacían antaño los esclavos cuando pasaba su rey ficticio.
Y no hay que pensar que la altísima sociedad se libra de esta plaga, igual que en la “bajísima”. La mayoría de ellos, nuevos ricos gracias a desfalcos, ladrillazos inmobiliarios, y artimañas varias. La altísima sociedad repito, no estudia, no trabaja y se vuelve cada día más estúpida de lo que ya era. Por que en el fondo, ellos también son analfabetos como los campesinos de países tercermundistas que aplauden a su señor cuando llega su cumpleaños y este en un ataque de generosidad les reparte “torta de cumpleaños” con sus propias manos.

A si que esta comprobación de los investigadores, explica muchos actos que á primera vista parecen absurdos, aunque ciertamente, aun hay otra fuerza, formada por grandes pensamientos, de belleza, de justicia y de solidaridad pero ¿cómo queréis hacer comprender a un pueblo hipnotizado, la magnificencia del color del mar embravecido?